HORA FOCUS.
Reserva 1 ó 2 horas al día sin interrupciones, emails ni llamadas. Pon el móvil en modo avión. Reserva ese valioso tiempo en trabajar en tus objetivos importantes, en los que supongan un gran avance para ti.
GESTIONA TU ENERGIA.
Haz tus tareas más desafiantes y complicadas cuando tu nivel mental y tu energía sean mayores, generalmente por las mañanas. Las tareas rutinarias, repetitivas y más sencillas por la tarde.
PLANIFICA TU SEMANA LABORAL.
El domingo por la tarde es un buen momento para revisar tus objetivos más importantes y asignar tus tareas a días y horas concretas en la semana entrante.
Se trata de calendarizar tus actividades más importantes para generar compromiso.
EMAIL.
El email es necesario pero un destructor de tu productividad si no se sabe tratarlo adecuadamente. Dedica una hora concreta al día para gestionarlo y hazlo rápido.
AUTOMATIZA
Crea procesos informáticos, flujos de trabajo, plantillas, emails repetitivos, archivos para poder duplicar, etc… Ese esfuerzo inicial te ahorrará incontables horas de trabajo y errores.
NO PROCRASTINES.
Haz primero lo que no te guste, cueste lo que cueste. Divide el objetivo en pequeñas tareas para que sean digeribles. Utiliza la “técnica Pomodoro” para gestionar tu tiempo y obligarte a realizar el trabajo.
CREA HABITOS.
Todos conocemos la importancia de los hábitos para conseguir nuestros objetivos profesionales y personales. Te enumero los relacionados con la productividad: Descansar, alimentarse bien, suprimir distracciones, calendarizar, decir “no”, etc…