El balance de situación es uno de los cuatro estados financieros comúnmente aceptados.

Los estados financieros son documentos contables que reflejan la realidad económica y financiera de la empresa, nos dan información sobre su “salud”.

Un balance es una instantánea, una fotografía: resume la situación de una empresa en un momento determinado, normalmente el último día del año o del trimestre.

Muestra lo que la empresa tiene (sus activos), lo que debe sus (pasivos) y la diferencia entre ambos, llamada patrimonio neto de fondos propios. El balance se llama así porque siempre se equilibra, es decir todos los activos deben ser iguales a todos los pasivos más los fondos propios. Esto tiene el siguiente aspecto:  Activo = Pasivo +Fondos propios

Los activos son los bienes y derechos que posee una empresa, esta categoría incluye dinero en efectivo y en bancos, terrenos, vehículos, maquinarias, ordenadores, clientes a cobrar, inversiones, etcétera.

Los activos podemos clasificarlos en dos grupos:

 Activos corrientes, que son más líquidos (clientes, existencias y dinero en bancos)

Activos no corrientes, menos líquidos (maquinaria, equipamiento, instalaciones..)

El pasivo de la empresa son las deudas que ha contraído, generalmente con proveedores, acreedores y bancos.

Los podemos clasificar en dos grupos:

Pasivo corriente: Deudas cuyo vencimiento no supera el año: Deudas a corto plazo con bancos, deudas con administraciones públicas

Pasivo no corriente: Deudas cuyo vencimiento supera el año. Deudas a largo plazo con bancos y acreedores.

Los fondos propios son la cuantía que los accionistas o socios han invertido en la empresa a lo largo del tiempo y lo que la empresa ha ganado y retenido a lo largo de los años (beneficios no distribuidos)

Conceptos básicos que integran el balance de situación:

Desde otro punto de vista, el activo refleja las inversiones que ha efectuado la empresa; y el patrimonio neto más el pasivo de dónde han salido los fondos que han financiado dichas inversiones.

Ejemplo de un balance de situación a 31 de Diciembre:

¿Cómo se valoran los elementos del balance?

Todas las empresas deben valorar sus transacciones de acuerdo con las normas contenidas en la legislación contable vigente.

La norma general es que todos los bienes se valoran al precio de adquisición o al coste de producción, a menos que el precio de mercado sea inferior, en cuyo caso se utiliza este último.

¿Para qué sirve el análisis del balance de una empresa?

Permite evaluar los siguientes aspectos:

-Situación de liquidez o capacidad de pago: ¿Se podrán atender los pagos a corto y a largo plazo? La capacidad de pago se denomina también solvencia, que puede analizarse desde una perspectiva a corto plazo o a largo plazo.

-Endeudamiento: ¿Es correcto el endeudamiento en cuanto a calidad y cantidad?

-Independencia financiera: ¿Tiene la empresa la suficiente independencia financiera de las entidades de crédito y de otros acreedores?

-Capitalización: ¿Está la empresa suficientemente capitalizada? ¿Es correcta la proporción entre fondos propios y deudas?

-Equilibrio financiero: ¿Está el balance suficientemente equilibrado desde un punto de vista patrimonial y financiero?

-Tendencias a lo largo del tiempo: Comparando balances de situación de diferentes períodos, es posible identificar tendencias y cómo de bien evoluciona la empresa.

En resumen, el balance de situación proporciona una amplia gama de información financiera que permite evaluar la salud financiera de una empresa desde diferentes perspectivas y tomar decisiones informadas sobre inversiones, financiación y gestión.